Australia:
en las antípodas de todo lo ordinario

“Este es el lugar más remoto y extraordinario en el que jamás he estado” nos dijo una viajera tras volver de su viaje. Estamos de acuerdo, Australia rompe con lo ordinario.

Realmente lejano y realmente extraordinario.

Es tremendamente extraordinario su litoral: kilómetros y kilómetros de costa virgen con una exuberante fauna marina. Es afamada la Gran Barrera de Coral pero puestos a buscar lo más: Nigaloo. No son solo las simpáticas tortugas rojas del pacífico y el gigantesco tiburón ballena, la ballena jorobada o los miles de delfines. Son también los arrecifes de coral más vírgenes del planeta.

Es extraordinario el misticismo de sus gentes. Su mezcla de culturas y sus raíces aborígenes tienen el punto álgido en la montaña sagrada del Uluru.

Tiene signos arquitectónicos extraordinarios. Con mencionar la ópera de Sidney no haría falta decir mucho más. Pero de Sidney hay mucho que decir y mucho que ver.

Pocos lugares hay tan extraordinarios como Tasmania, esa isla todavía más al sur donde sus bosques, cascadas y lagos son sencillamente apabullantes. Un lugar ideal para disfrutar de aguas transparentes surcándolas con un silencioso kayak. Un lugar para explorarlo en todo terreno. Un lugar para sentirlo vivo en excursiones prodigiosas a pie.

¿No son animales extraordinarios los canguros y los koalas?

Volvemos a la frase que nos regaló nuestra viajera. Sí, Australia es un país remoto pero es tan extraordinario…