Nueva Zelanda:
otro mundo

Cuando soñamos con un lugar en la Tierra que no parezca la Tierra pensamos en Nueva Zelanda.

20.000 kilómetros nos separan. Pero 20.000 kilómetros parecen pocos ante un paisaje tan extraordinario y diferente.

El mundo del cine ha viajado hasta allí cuando quería representar mundos de fantasía. El señor de los anillos o Las crónicas de Narnia nos han impactado a través de la gran pantalla. Incluso una imagen sencilla como una playa resulta diferente allí. La icónica imagen de El piano lo demuestra.

20.000 kilómetros pero también 20.000 paisajes. Junglas en el pacífico, montañas nevadas, auroras australes, playas de aguas cristalinas cerca de lenguas glaciares.

Nueva Zelanda transmite una idea de libertad poderosa y estimulante.

Recorrer el país en autocaravana es una experiencia enriquecedora pues vas acumulando en tu retina una colección de paisajes espectaculares siempre a tu ritmo (y eso sí, sin tener que recorrer allí 20.000 kilómetros).

No son 20.000 pero sí cientos de actividades las que realizar. Rafting, bungee jump, excursiones en helicóptero, trekkings en la jungla, buceo o snorkel en playas idílicas, paseos a caballo, pesca con mosca… Y sí, muchas de ellas las puedes realizar en otros lugares del mundo pero nunca con un paisaje de fondo tan abrumador.

Las islas Chatham, la isla de la Gran Barrera, la isla Stewart, isla Waiheke. Tal vez sean nombres que te digan poco pero son considerados algunos de los lugares más hermosos para vivir de toda la Tierra.

Estamos a 20.000 kilómetros de la cosmopolita Auckland, la ciudad con más barcos que habitantes, o de la capital Wellington. Pero si buscamos lo excepcional esa distancia es corta porque al llegar allí te sientes en otro mundo.