Mas allá de los tópicos
Templos: hermosos. Cocina: excelente. La vía del tren como una calle más del centro de la ciudad: sorprendente. El barrio francés: agradable. El old quarter: siempre animado. Los lagos: relajantes…
Es el Hanoi que todos conocemos, que todos visitamos, que todos nos traemos en la memoria y en el disco duro del móvil o en la cámara fotográfica.
Pero cuando profundizamos un poco más en la vida auténtica de la ciudad, podemos encontrarnos ante momentos y situaciones totalmente gratificantes.

Empieza la noche en Hanoi
En las ciudades del norte de Vietnam abundan unos puestos callejeros llamados Bia Hoi. Son locales más que modestos con sillas de plástico normalmente ocupando las aceras donde se reúnen familias o compañeros de trabajo al anochecer.
Allí comen deliciosos platos de Bun Cha o Pho y sobre todo comparten cervezas (sí, en plural porque no toman una, ni dos, ni tres). Literalmente, Bia Hoi significa «cerveza fresca». Es una cerveza casera que se elabora sin conservantes y que tiene que consumirse en el día. Y, sí, la consumen.
Es maravilloso ver como tras cada trago, previo brindis, todos los presentes se dan la mano con efusividad en un ritual que parece interminable pues a veces las mesas son de más de 14 personas. Y cada dos o tres tragos de cerveza, se toman un chupito de un licor fuerte, tipo orujo blanco, que todavía engrandece sus ganas de estrechar manos.

6,5 millones de scooters son muchos scooters
Caminar por el barrio antiguo sin ruta establecida es divertido y sorprendente y ayuda a entender este peculiar país con economía super capitalista y régimen político comunista de los de antes.
Las calles suelen agrupar tiendas que apenas se diferencian, que venden lo mismo. Las puertas, muchas veces abiertas, permiten descifrar el modo de vida. Y siempre, ocupando la calle, docenas y docenas de motocicletas enzarzadas en una coreografía indescriptible. La ciudad tiene nada más y nada menos que seis millones y medio de scooters y parece que todos ellos están en la calle en la que estás tú en el preciso momento que estás tú.

El mercado nocturno que los turistas no visitan
Todas las noches de viernes, sábado y domingo una parte del barrio antiguo constituye un animado mercado nocturno. Es un mercado básicamente para turistas donde además de souvenirs, compran imitaciones de North Face, Adidas y de la estrella actual del calzado en ese país, Crocs. (Sí, Crocs, al parecer hay gente que está dispuesta a llevarlos incluso a llevar imitaciones de la marca. En fin).
Sin embargo, al llegar las 11 de la noche es mejor, rotundamente mejor, ir hacia el norte de la ciudad hasta el mercado nocturno de las flores. Un espectáculo visual de color y vida. Entran camiones cargados de flores y salen motocicletas cargadas de forma inverosímil con miles de flores a cual más bella. Un espectáculo visual gratuito que es visible cada día de 11 de la noche hasta el amanecer.

Pasear por el puente de hierro de Long Bieng, o entrar en los búnkers bajo la Ciudad Imperial son otras de las muchas cosas que meter en la lista de ese Hanoi. menos conocido y que vale la pena conocer.

R. Blasco