Sri Lanka:
belleza cautivadora

El océano Índico tiene en Sri Lanka a uno de sus más preciados tesoros. Un tesoro con cuatro joyas: paisajes impresionantes, riqueza histórica, diversidad cultural y experiencias genuinas.

Es un paraíso tropical. No hay duda. Extraordinarios resorts y villas exclusivas son el escenario perfecto para quienes buscan unos días de relajación total tras un viaje de emociones intensas.

Pero antes…

Antes Sigiriya, la Roca del León. Una fortaleza que parece construida en el cielo, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, como otros siete mágicos lugares del páis.

Antes, el Templo del Diente Sagrado de Kandy, centro de peregrinación budista. Lago, jardines botánicos, naturaleza pura…

Antes el Parque Nacional de Yala donde no solo verás elefantes, verás muchos. También allí habitan leopardos, osos perezosos y aves exóticas. 

Antes, vivir la experiencia del tren a Ella. Su vagones de primera clase invitan a la contemplación de plantaciones de té, montañas y cascadas en una de las rutas ferroviarias más bellas del mundo.

Antes, conocer Eliya, la llamada “pequeña Inglaterra”, una encantadora ciudad colonial que enamora.

Y antes, y antes y antes… Puedes pasar tantos días como desees descubriendo un país verdaderamente maravilloso. Y acabar, eso sí, en una de sus impresionantes playas.